La Comunidad del Anillo de J.R.R. Tolkien, Editorial Minotauro

Alba Iguacel Martínez Márquez de 3ºB ESO

Empecé a leer esta famosa novela por un hecho bastante común: me encantaron las películas de Peter Jackson y la novela ‘El Hobbit’ y quería más sobre este mágico mundo. Sin duda, fue una elección acertada.

Decir que es una novela de maravillosa prosa y gran imaginario está ya más que oído, y sin duda suena a frase hecha, pero es que es completamente cierto. Desde mi punto de vista, el libro presenta una pequeña paradoja: sus descripciones son, al mismo tiempo, lo más alabable y lo que consigue que su lectura no sea tan fluida como debería esperarse de un libro de aventuras. Son precisas hasta el extremo de que en momentos puedes verlo todo a tu alrededor con detalle, creando ese mundo que es prácticamente palpable. Esto es bueno, pero solo hasta cierto punto, ya que tanta descripción hace que se dejen los personajes e incluso a veces, el transcurso de los hechos durante varias páginas consecutivas.

A nivel personal, lo mejor del libro es el imaginario antes nombrado: es tan extenso, tan (válgame la redundancia) imaginativo, que consigue ser más grande que la aventura de los protagonistas. Es más, es más grande que cualquier historia que Tolkien haya escrito en esta increíble Tierra Media, donde existen los sabios -y a veces- corrompidos magos, los etéreos elfos, los feroces huargos, los crueles orcos, los pequeños pero intrépidos hobbits, el temible Barlog… Es un mundo en el que cualquiera podría existir, en el que cualquier lector, sea como sea, podría crear un alterego e imaginar sus propias aventuras (o desventuras) recorriendo toda su geografía, desde la eterna Rivendel hasta la blanquísima Minas Tirith.

Sobre los personajes, decir que me han conquistado, especialmente el fiel y valiente Samsagaz Gamyi, la mística Galadriel y el luchador Aragorn/Trancos/Estel/Elessar.

Como momentos, me quedo con dos. Uno que me sorprendió y divirtió bastante (ya que no aparece en las ya nombradas películas) en el cual Frodo descubre la conspiración de sus amigos -Meriadoc ‘Merry’ Brandigamo, Peregrim ‘Pipin’ Tuk y Samsagaz Gamyi- para acompañarlo en su viaje para destruir el Anillo Único y, el otro, al final de la novela, en el que Sam consigue convencer a Frodo de que lo lleve con él porque es especialmente emotivo.